Año ¿Nuevo? 2019
Camilo E. Ramírez
La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo
Jorge Forbes
Desde hace algunos años circula un dibujo donde se ve a la tierra dando vueltas al sol, quien sorprendido se pregunta ¿No se por qué los humanos hacen tanto alboroto cada vez que pasan por ahí?
El tiempo humano no es lo mismo al tiempo físico, aparentemente inamovible, fijo, estático; aunque desde Einstein, se advierte también relativo.
El tiempo humano es pura ficción y resignificacion. Eso quiere decir que los humanos tenemos la capacidad de, no sólo vivir el tiempo, ser atravesados por el mismo, nacer-vivir-morir, sino de re-editar, recomponer, resignificar, hacer algo nuevo cada vez, amplificar nuestro presente, hacer que impregne todas las áreas y facetas, en lugar de mortificar la vida a través de un futuro confeccionado en base al recuerdo y actualización del pasado a cada momento. Hay quienes viven cada instante nuevo de sus vidas en una permanente remembranza, no solo evocativa sino actualizada: la misma historia una y otra vez; no obstante los nuevos personajes y escenarios, la misma trama y narración, inclusive los mismo efectos y consecuencias. Los neuróticos sufren de reminiscencias, decía Freud. (Cfr. Freud, S. 1910 Cinco conferencias de introducción al psicoanálisis, Obras Completas, Tomo XI, Buenos Aires: Amorrortu)
Para poder ver, vivir e inventar lo nuevo se requiere, entre otras cosas, dejar de lado las formas automáticas de responder, las ideas y pre-conceptos con los cuales se ha acostumbrado alguien a vivir, pues de hacerlo siempre así, se corre el riesgo de quedar atado a algo que se suponía un pasado-estable-asegurado, pero al mismo tiempo equivocado, cuando no limitado para dar cuenta de lo nuevo e inédito de la vida. Inventar el futuro requiere nuevos conceptos, nuevas decisiones; no se producirá de forma mágica o automática, sino consciente.
Mientras mucha gente desea un futuro mejor, al mismo tiempo tiene miedo del cambio, aunque anhela lo nuevo, se encuentra paradojicamente realizando lo mismo. En este caso del Año Nuevo 2019 por delante, ya cargado de supuestos y repetición permanente. ¿Desea usted en verdad un Año Nuevo o el mismo una y otra vez?
Vivir implica riesgo y creatividad constates. Si se desea mantener vivo el deseo, entonces se requiere igualmente estar listos para responder a toda nueva circunstancia. El miedo ante lo nuevo desconocido puede ser el detonante para retornar a algo, aunque malo ya probado, al menos con “rostro” definido. “Los neuróticos sufren de reminiscencias” (Freud) Como no soportamos inventar nuestros presentes, recurrimos a retratos ya conocidos, a recorrer los mismos circuitos.
Año viejo-año nuevo, final que es principio en el cruce del umbral de un segundo a otro, corte tajante del tiempo que avanza y no se detiene, otorgando la oportunidad de tirar la nostalgia del imposible retorno, así como la esperanza por el inexistente futuro, ya que ambas, curiosamente, se roban el presente, es decir lo único que tenemos.
Versión impresa: http://elporvenir.mx/pdfFile.php?id=23354
Ramírez, C. (2/01/2019) Año ¿Nuevo? 2019. El Porvenir,Editorial, p. 3.