¿Es posible anticipar las cosas?*
Camilo E. Ramírez
… pienso que un psicoanalista sólo tiene derecho a sacar una ventaja de su posición, aunque ésta por tanto le sea reconocida como tal: la de recordar con Freud, que en su materia el artista siempre le lleva la delantera, y que no tiene por qué hacer de psicólogo donde el artista le desbroza el camino.[1]
Jacques Lacan
El psicoanálisis, como las artes, no resuelven de una sola vez los impases de la vida, del vacío, del amor, de lo real, sino custodian su secreto, su misterio, su imposible: la verdad humana nunca es una teoría, un número, un concepto, una tabla, una receta, sino una historia de lo singular, de quien sufre, de aquello que no tiene sentido. “El secreto del psicoanálisis es que no hay psicogénesis”[2]
Además de custodiar (celebrar) su secreto, el psicoanálisis y las artes permiten la construcción (amplificación) de nuevas posibilidades de respuesta ante las múltiples dificultades de la vida.
El presente artículo deriva de un estudio crítico y comparativo[3] sobre un asunto fundamental en la educación: las respuestas ante las dificultades y los síntomas que suceden en las escuelas, específicamente, la violencia y los asesinatos masivos. Y como las artes –principalmente el cine- y el psicoanálisis, pueden ofrecer otras formas de savoir-faire ante los impases y malestares que acontecen en las instituciones educativas.
La idea del trabajo surgió de una cuestión que consideramos fundamental: a partir de una relación, no solamente geográfica, sino ideológica, entre los Estados Unidos y México (especialmente del norte) como de otros países de América Latina y del mundo, además de lo referente a la economía, el American way of life, los modelos y las lógicas educativas son frecuentemente importadas. Por ello consideramos de vital importancia hacer una revisión de los documentos oficiales que han intentado trabajar la problemática de la violencia en las escuelas, por constituir un intento de explicación y respuesta del gobierno americano a la violencia que sucede en los planteles educativos. A partir de las investigaciones y debates fueron desarrollados documentos oficiales y manuales para profesores, psicólogos y padres de familia, con dos puntos básicos: ¿qué ver? y ¿qué hacer? Dichos manuales, caracterizados por una cierta concepción de lo humano, la violencia y la escuela, proponen abordajes, que, desde nuestro punto de vista, están lejos de analizar la complejidad de lo que acontece, además de producir, paradójicamente, nuevos efectos y síntomas en la vida escolar.
Los documentos a los que nos estamos refiriendo son aquellos desarrollados entre 1998 a 2009. Es decir, los elaborados (inspirados) a partir de los acontecimientos de Jonesboro (11 agosto 1984) a Vriginia Tech (16 abril 2007)[4]
¿Qué encontramos?
· Los documentos oficiales derivados de las investigaciones (educativas, criminológicas, psiquiátricas, policíacas y jurídicas) ofrecen una explicación general de la violencia: la violencia es un fenómeno multifactorial, es decir, que tiene muchas variables implicadas (socialmente, familiarmente, psicológicamente, neurológicamente)[5] sin embargo, al final del día –a partir de los factores de cada campo- nadie sabe qué sucedió; la violencia en la escuela ocurre debido a una pérdida de los buenos comportamientos, en ese sentido es un problema moral; la violencia es una consecuencia de comportamientos psicopatológicos; la violencia es causada por impulsos no controlados, debido a una falla en algunos procesos neurofisiológicos; la violencia es igual a consumo de sustancias ilegales y a una cultura violenta; la violencia se efecto del fácil acceso a la compra de armas. Son las causas y justificaciones más comunes.
· La violencia es una cosa que surge en el ámbito social más amplio y después “se va a meter a las escuelas”; no es un síntoma en relación con el contexto donde ella se presenta.
· Las estrategias desarrolladas: una vez establecidas las variables (multifactoriales) asociadas con la violencia en las escuelas (early warning signs / señales de alarma temprana) es necesario localizarlas en los alumnos para poder medirlas y así controlarlas, como si fuese un proceso lineal de producción industrial. El proceso comienza con una operacionalización (definición) de aquello que representa un peligro, valoración mediante instrumentos y escalas psicológicas, control y monitoreo permanente de los factores de riesgo, articulándolo con estrategias policiacas. “Luego del fusilamineto en la Columbine High School, el estado de Colorado decidió instalar una línea telefónica directa entre cada sala de clases y la estación de policía más cercana. Ahí donde la autoridad se viene abajo, el poder armado toma el relevo[6] (Paul Verhaghe)
· Los modelos y manuales desarrollados a partir de la investigación de las dependencias y secretarias de estado, reafirman las ideas de vigilancia y control como única forma de trabajo y respuesta ante la violencia en las escuelas, además de hacer una criminalización de los alumnos, apuntando a los potenciales criminales. “Su compañero puede ser el siguiente asesino de escuela” por la simple razón de tener alguno de los rasgos (comportamiento, ropas, clasificaciones) previamente establecidos como factores de riesgo, predictores y detonantes de violencia en la escuela.
· Los manuales para directivos y profesores, además de los esfuerzos preventivos creados a partir de los documentos oficiales, poseen la estructura de la anticipación: producen exactamente aquello que están intentando evitar. Dichos manuales establecen relaciones causales basadas en personas sospechosas y consideran culpables –tal vez inocentes- por la simple presencia en ellos de uno u otro rasgo de personalidad (early warning signs / señales de aviso anticipado)[7]
La ciencia tiene como herramienta de investigación el método científico, el cual obedece a reglas que a priori, regulan tanto el proceso de observación e investigación, como el procesamiento y presentación de los datos, a fin de arribar a una supuesta noción general con la cual explican los fenómenos y objetos de estudio. De principio a fin en ese proceso, el caso singular es colocado fuera del contexto donde suceden las experiencias, lo que impide que algún asunto del orden de lo singular pueda ser reconocido y trabajado. Ello es precisamente lo contrario de lo que las artes y el psicoanálisis trabajan, lo singular.
Como ya fue mencionado, en el caso de los asesinatos masivos en instituciones educativas, las investigaciones realizadas por medio de dicha metodología cuantificadora ofrecen explicaciones igualmente generales sobre las causas o variables asociadas a dichos eventos, tales como: señales de alarma anticipada, supuestos rasgos presentes en los potenciales agresores, características que están presentes de manera semejante en individuos considerados “normales” y no peligrosos. Es decir, hacen de los rasgos un elemento predictivo y causal, etiológico. Ya que dicho ejercicio metodológico consiste en pasar de las experiencias -siempre diferentes y mutables- para datos únicos, siendo sólo tipificados y clasificados como rasgos de personalidad y comportamiento, para emplearse en los intentos por monitorear, además de predecir, sin poder ir más allá en el estudio de tales casos, en su singularidad.
Es en tal contexto que las artes y el psicoanálisis aportan otras perspectivas de trabajo: si la verdad humana nunca es una teoría, un número, un concepto, una tabla, una receta, sino una historia de lo singular, de aquello que no tiene sentido, entonces: ¿Qué es lo que las artes –específicamente en este estudio el cine[8]- y el psicoanálisis pueden aportar al campo de la educación, sobre los malestares en las escuelas, sobre la violencia? Fue nuestra pregunta brújula.
Por su parte las artes y el psicoanálisis operan fuera de una concepción única del mundo y de los fenómenos, custodian un secreto –la imposibilidad de una explicación general sobre los asuntos humanos, la ruptura de las relaciones causales entre un rasgo y una conducta, como elementos predictores y la amplificación de respuestas ante aquello que sucede, mostrando algo simple, más poco considerado – que la vigilancia y el control producen exactamente lo que se quiere evitar. Al respecto, el cineasta Gus Van Sant, en la presentación de su película Elephant (EUA, 2007) dice:
Quería captar la atmosfera de aquella época (cuando sucedió lo de Columbine)[9]. Para nosotros, cuando hacíamos la película […] no queríamos explicar nada. Pues, cada vez que uno explica una cosa, aparecen múltiples nuevas posibilidades de explicación, produciendo confusión. Por otro lado, está el asunto de encontrar una explicación para algo que no necesariamente la tiene. (Gus Van Sant, 2003)
Conclusiones
La función y los aportes al ámbito educativo -tanto de las artes como del psicoanálisis- es de reintroducir la singularidad, mostrar (monstración -diría Lacan) aquello que no es accesible a las metodologías positivistas, aquello que no puede ser descrito en los modelos psicológicos generales sobre la violencia. Es decir, trabajar en el contexto de un midi-dir de la verité: la radical diferencia de un sujeto, de un acto, su sentido y aspecto singular.
Los métodos basados en test, en check-list, desarrollados por las instancias oficiales del gobierno norteamericano e implementados en las escuelas como protocolos a seguir, a través de la distribución de manuales para profesores y profesionales del equipo escolar, son ineficaces. Producen un ambiente peor, más vulnerable a la violencia, en que inocentes pueden ser considerados sospechosos en potencia; en vez de reducir la violencia se produce más violencia.
Un cambio en el lazo social entre alumnos y el equipo escolar, sin el estigma de la vigilancia, y con una nueva perspectiva fuera de la concepción de la criminología y de la psicología positivistas sería un camino posible. Además de ofrecer alternativas de lidiar con eso extraño presente en cada uno de nosotros, sin necesariamente transformarlo en señales de peligro y elemento predictor de violencia. ¿Cómo podría ser eso trabajado por profesores y alumnos en las escuelas, de formas múltiples y creativas? Consideramos que las artes y el psicoanálisis tendrían mucho que ofrecer en ese sentido.
Camilo E. Ramírez es psicoanalista en México. Profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y consultor en escuelas y empresas. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
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* Artículo publicado originalmente en portugués, É possível antecipar as coisas? en el site del Instituto da Psicanálise Lacaniana (IPLA) de Sao Paulo, Brasil News Letter No. 204. http://www.ipla.com.br/conteudos/artigos/e-possivel-antecipar-as-coisas/ (10/05/2019)
[1] Lacan, Jacques, Intervenciones y textos 2. Buenos Aires: Manantial, 2007, p. 65-66.
[2] Lacan, Jacques. El seminario de Jacques Lacan: libro 3: las psicosis 1955-1956. – 1ª Ed 14ª reimp.- Buenos Aires. Paidós, 2006, p. 17.
[3] Ramírez, Camilo. Asesinatos masivos en instituciones educativas en EUA: un análisis crítico de los documentos de la investigación oficial. Tesis de doctorado en artes y humanidades. Centro de Estudios Multidisciplinario en Artes y Humanidades (CICAHM) Monterrey Nuevo León, México, 2017.
[4] O’Toole, M. E. (1999) The School Shooter: a threat assessment perspective. Critical Incident Response Group (CIRG) National Center for the Analysis of Violent Crime (NCAVC) FBI Academy. Dwyer, K. and Osher, D. (2000). Safeguarding Our Children: An Action Guide. Washington, D.C.: U.S. Departments of Education and Justice, American Institutes for Research. Erickson, William H., Chairman (2001) The Report of Governor Bill Owens’ Columbine Review Commission. United States Secret Service y Department of Education. (2002) The Final report and Findings of the safe school initiative: implication of the prevention of school attacks in the United States, Washington, D.C. Noonan, J.H.; Vavra, M.C. (2007) Crime in School and Colleges: A study of offenders and Arrestees Reported via National Incident- Based Reporting System. United States Department of Justice Federal Bureau of Investigation Criminal Justice Information Ser-vices Division; Timothy M. Kaine (2007) Report of the Virginia Tech Review
[5] Jacques Lacan decía, que de cierta forma, todos los adverbios mienten (1ª clase) En Lacan, Jacques (1975-1976). El seminario 23: el sinthome.-1ª ed.- Buenos Aire: Paidós, 2006. p. 17.
[6] Verhaeghe, Paul. (2001). El amor en tiempos de la soledad, tres ensayos sobre el deseo y la pulsión.(2a edición en español ed.). (V. Gallo, Trad.) Buenos Aires: Paidós. p.88
[7] Parece que es consdierado equivalente tratar (to treat) tempranamente, con asustarse tempranamente, en fase de amenaza (to threat)
[8] Para este estudio fueron utilizados los seguintes filmes: Duck! The Carbine High Massacre (EUA; 1999) William Hellfire y Joe Smack; Bang Bang! You´re dead (EUA, 2002) Guy Ferland; Elephant (EUA; 2003) de Gus Van Sant; Dark Matter (EUA, 2007) de Shi-Zheng Chen; Bowling for Columbine (EUA, 2002) Michel Moore. The pervert´s guide to cinema (UK, Netherlands, Australia, 2006) Sophie Finnes
[9] El 20 de abril de 1999 dos alumnos regulares de la Columbine High School, en Littleton, Colorado, Dylan Klebold y Eric Harris, arribaron a su escuela, disparando a sus compañeros y profesores, activando bombas. En dicho ataque murieron 15 personas, entre profesores y estudiantes, incluyendo a los estudiantes Dylan y Eric.