¿Hijos espías?

 

 

 por

Camilo E. Ramírez

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 


 

Pin It

 

-" ¿Y tu mamá ya tiene novio?" "¿Sabes si ya conoció a alguien?" - pregunta el padre a su hijo, quien incomodo le cambia el tema. 

- "Tu papá no los quiere, si los quisiera me daría más dinero para ustedes" -exclama una madre a sus hijos.

Situaciones, entre muchas otras, acontecen a los hijos ante el divorcio de sus padres: tener que oír ataques a quienes son sus progenitores, así como pretender ser usados como "espías" para obtener información que ayude a "atacar" o "contra-atcar" en un proceso legal. 

Para la ex-pareja el otro/a se trata de quien antes se amaba y hoy se ha separado (se odia, etc.) pero para los hijos los padres seguirán siendo sus padres. Esto a veces no se toma mucho en cuenta por ambos padres, quienes, atrincherados en sus argumentos, buscan afectar al otro, sea buscando "adeptos" en los hijos (¿Tu del lado de quien estas?) ello lleva, en muchos casos, a desestabilizar afectivamente a los hijos de ambos, quienes habitan entre un verdadero campo de batalla. Una de las posibles soluciones para ellos es dejar de confiar en ambos padres y "salir" a buscar otros referentes, cuando no, a cierta edad temprana, independizarse. Ya que los conflictos personales entre los adultos que los engendraron no les permiten a éstos cumplir con su función parental. 

Una de las recomendaciones básicas a los padres, ante un divorcio, es no convertir a los hijos en depositarios de su frustración o enojo hacia la ex-pareja ("¡eres como tu...madre/padre!") ya que el conflicto es con la ex-pareja y no con los hijos.  Poder diferenciar la relación de pareja de la función parental es elemental para tomar las decisiones adecuadas sobre la educación y la crianza de los hijos. Ello, evidentemente, requiere de un nivel de cierto diálogo con la ex-pareja que a veces es difícil lograr, pues los conflictos de pareja afectan demasiado las cuestiones relativas al rol parental. Diferenciar eso, da mucha claridad de decisión: se trata de ellos, los hijos, no de la pareja.

Evitar el "anda ve y dile" a tu madre o a tu padre lo que no podemos decirnos, es ubicar al hijo/a en una poción vulnerable y angustiante, haciéndole participe de los conflictos de los adultos, además de la impotencia de no saber que hacer ante tal o cual problemática, pues son cosas que le rebasan en mucho su comprensión y poder de decisión. Lo mejor seria no usar a los hijos para eso, sino hablar directamente en términos que ellos pueden entender y procesar. 

Una vez que la pareja ha logrado generar un acuerdo en común, que eso puede llevarse mucho tiempo y no sin conflictos de acuerdo a cada caso y situación, sobre en qué términos se van a divorciar, se puede decidir cómo comunicar a los hijos al respecto de la decisión, haciendo mucho énfasis en que ellos como sus padres siempre estarán con sus hijos, que el divorcio es sobre ellos como pareja no sobre los padres con los hijos. Esto, evidentemente debe acompañarse de acciones concretas ya en la vida diaria, en donde se manifieste el apoyo hacia ellos. 

Así como existe un proceso de noviazgo y matrimonio, también puede darse un proceso de separación y divorcio al cual le puede ser de mucha ayuda, ubicar ciertas nociones básicas. de cómo manejarlo en pareja, futura ex-pareja, así como con los hijos. Situación que a menudo queda un poco -o un mucho de lado- ante la prioritaria demanda económica y reparto de bienes a pelear, que algunas personas manifiestan como urgente a aclarar.