Pin It
  

El jefe que cambió a eje eliminando la "f"

 

 

Camilo E. Ramírez

 

Pretender resolver con mandatos e imposiciones jerárquicas una disposición del departamento y/o la empresa, diluye a un más la autoridad y eficacia del directivo, gerente y trabajador, los desgasta.

Después de su acto agresivo (de gritos en juntas, de amenazas, de despido, correos coercitivos, etc.) con el que intenta recuperar, por la vía del poder y el control -como cacique latinoamericano, como dictador fascista-  eso que no genera con su saber, lazo y relaciones, se queda aún más solo, distante, y por lo tanto presa de la paranoia, de la sospecha e ignorancia; es el efecto de querer llevar una gestión mediante la vigilancia y el control, a sabiendas que no lo sabe todo, poro eso lo sospecha; advierte en parte el malestar de su proceder, de ahí que se intuya odiado por sus colaboradores. Es su propia ignorancia -no reconocida ni asumida- que le rebota en los otros y que cree venida de ellos, cuando en realidad es generada por él/ella y su gestión. Dándose un circulo imposible de salir que va in crescendo en sospecha y agresiones, al final lo pagará el "eslabón" más débil, es decir el jefe-trabajador, sea del nivel que sea. 

La autoridad mudó a un modelo horizontal, donde el eje es al contagio del deseo, la pasión y eficacia probada de una táctica, procedimiento o modelo; que produce, que crea, que genera por si mismo, admiración y respeto. Autoridad que se autoriza precisamente porque crea algo nuevo, inventa, al mismo tiempo que se responsabiliza por lo creado, sin necesariamente identificarse totalmente con eso -defendiéndolo a capa y espada, de manera obstinada, terca, como si en eso se le fuera la vida- , pudiendo diferenciarse, y así recibir, aceptar criticas y observaciones, precisamente porque se sabe "no soy eso", para seguir creando, expandiendo-se, junto con su equipo de trabajo, de proyectos.