Gritos silenciados
Camilo E. Ramírez
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“Toda la psicología del yo, toda la psicología americana es un claro sistema de defensa
contra el inconsciente, contra el deseo, les asusta el deseo.
Para Lacan*, por su parte, el deseo es fuente inagotable de creación”
Massimo Recalcati
Una vida que no encuentra vida en la vida, que no halla una manera de sustentar y vivir un deseo, singular, propio, con el cual darle sentido a su vida. En psiquiatría le llaman depresión, nomenclatura que nunca logrará contener ni describir una vida, sino que la mide, la observa, la juzga**... Una vida que no encuentra vida en la vida, que no halla una manera de sustentar y vivir un deseo, singular, propio, con el cual darle sentido a su vida. En psiquiatría le llaman depresión, nomenclatura que no logra contener ni describir una vida, sino que la mide, la observa, la juzga...que su función es psicopatologizar/psiquitrizar las vidas.
La regulación, la vigilancia y el control nunca lograrán avivar por si mismos una vida, sino reducirla, sofocarla; alienar y callar aquel grito del deseo que, tomando la forma del síntoma, del mal llamado “trastorno”, que intentaba comunicar algo que no fue escuchado, que a pesar de su reducción, continuará hablando a través de diversas formas, como el sufrimiento, del malestar, del dolor, en el sin sentido… a la espera de ser escuchado, atendido.
Una vida desconectada del deseo que la habita... ¿Qué poder hacer?
El camino, lo podemos encontrar en el detalle de la singularidad, que es la historia única, irrepetible de una persona, su insustituible singularidad, y nunca una categoría ni un concepto o teoría... ahí se despliega el camino a seguir para dar con ese movimiento inagotable que es el propio deseo, la vida para sí mismo/a y no para ser vivida como obligación para algo o para alguien, ahí donde inicia el verdadero viaje.
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**Jacques Lacan, Psicoanalista francés.
*El abordaje psiquiátrico sobre lo humano consiste en atender (conceptualizar, diagnosticar y tratar) lo humano desde el punto de vista de la medicina. En ese sentido, emplea un modelo médico, el cual requiere establecer un punto previo considerado como sano (normal) Ello es claro para los principios fisiológicos y anatómicos del soma, pues se pueden establecer rangos de funcionamiento normal/anormal, a fin de medir y determinar las desviaciones de la normalidad. De ahí que la psiquiatría requiera crear el marco operacional definiendo qué es lo psíquico desde un punto de vista médico, sirviéndose de una visión reducida del cuerpo de la biología y la moral de determinada latitud y época, todo ello con un análisis estadístico que da un halo de precisión y objetividad. En ese sentido un psiquiatra puede establecer/imponer -similar a como lo hace un cardiólogo- lo que es normal/anormal, sano/enfermo en términos de conducta, afectos, pensamientos, etc. Ya que su función es adaptar y hacer funcional a una persona a una determinada moralidad y costumbres, operando con la idea de que la realidad humana es -psicológicamente hablando- UNA sola. Es decir, la que la psiquiatría y el psiquiatra planteen, descartando cada una de las singularidades y polifonías humanas.