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Massimo Recalcati: un psicoanalista para el siglo XXI[1]

 

Dr. Camilo E. Ramírez Garza*

 

 

 

Partamos del título que nos convoca el día de hoy: Massimo Recalcati: un psicoanalista para el siglo XXI.

Del nombre propio podemos decir que se trata de un psicoanalista italiano, filósofo de formación, quien, por una thyche, una sorpresa, por acción de su inconsciente –como el mismo lo ha planteado en varias ocasiones– interrumpió la secuencia automática que se le había trazado en su vida, la cual consistía en convertirse en un maestro de filosofía, para entonces comenzar un análisis personal, y posteriormente realizar una formación psicoanalítica entre Italia y Francia, para, finalmente, después de algunos años, convertirse en psicoanalista, escritor y profesor universitario.

Massimo Recalcati es uno de los más sobresalientes psicoanalistas italianos, cuyo trabajo no se ha reducido a las cuatro paredes del consultorio, sino que ha trascendido fronteras a través de sus más de sesenta libros publicados, artículos, ensayos en periódicos tanto para el público en general como para el lector especializado; su trabajo editorial ha sido ampliamente traducido a decenas de idiomas tanto en occidente, como en oriente; además ha dictado conferencias, cursos y seminarios por todo el mundo en universidades y asociaciones de psicoanalistas, psicólogos, médicos, docentes, artistas, políticos y filósofos. Y hoy, henos aquí, hablando de su trabajo.

De su biografía se pueden destacar muchos acontecimientos marcantes que participaron en su formación, algunos de ellos están diseminados en sus libros, en particular: “A libro abierto: una vida son sus libros”, “La práctica de la entrevista clínica: una perspectiva lacaniana”, “La hora de la clase”, así como “Los retratos del deseo”, este último, el cual tuve el gusto de traducir para los lectores de habla hispana. El primer acontecimiento de su biografía al que haré referencia: el haber sido corrido de la escuela primaria y ser considerado casi un deficiente mental, el idiota de la familia –como el mismo Recalcati lo ha mencionado– pero que, gracias a dos sucesos: uno, el encuentro con una joven profesora apasionada por la literatura y la poesía, le hizo degustar por primera vez la potencia de la palabra que dice y al decir, crea, así como su encuentro con el psicoanálisis, primero como estudiante de filosofía, su tesis doctoral consistió en una comparación entre la propuesta de Sartre y Freud, sobre la libertad, y después como paciente, como neurótico emproblemado con la vida, como él mismo lo ha dicho.

Otro elemento de su biografía es el deseo de rehabilitar al psicoanálisis, llevarlo al centro de la ciudad, mostrando que el quehacer del psicoanálisis está a la altura de responder a los malestares y necesidades de nuestro tiempo, porque puede ofrecer una orientación a partir de lo más singular del sujeto, que es el deseo inconsciente, y que Massimo Recalcati articula con la vocación más fundamental del sujeto; esto lo hace  a través de la fundación de instituciones de investigación, formación y atención clínica psicoanalítica, como es la asociación Jonas, Centro de clínica psicoanalítica para los nuevos síntomas, que entra en dialogo y colaboración con hospitales y clínicas médicas, asociaciones psicológicas, escuela y universidades, des ritualizando y des-aburguesando al psicoanálisis, sin que por ello pierda su potencia clínica, planteando, por ejemplo, tratamientos de pago singular diferenciado y sostenible. Esto quiere decir, no una cuota única de bajo o alto costo para todos los pacientes, sino un pago singular por sesión, diferenciado en cada caso, pero con la característica de ser sustentable para quien solicita un tratamiento psicoanalítico.

Definitivamente vemos en este analista un testimonio de que el psicoanálisis tiene que ver con la vida de las personas y la vida de la ciudad. Por consiguiente, que el psicoanálisis no se reduce a una simple subespecialidad de la psiquiatría o de la formación psicológica, un protocolo que aplicamos en las personas. De ahí que Jacques Lacan le diera al psicoanálisis el nombre de experiencia analítica.

Pasemos ahora al otro apartado de nuestro título, “un psicoanalista para el siglo XXI”, ¿a qué nos referimos? ¿qué sería ser un psicoanalista para el siglo XXI”? La frase en sí ya nos habla que entonces habría un psicoanalista para el siglo XX, el cual, el primero habría sido Freud, y, ahora, en el tiempo actual, sería uno del siglo que estamos viviendo, el XXI. Y bueno, también se pueden ver muy desafortunados casos de psicoanalistas del siglo XIX o XVIII, que piensan, teorizan y desenvuelven una clínica que correspondería a época pre-psicoanalítica, que el mismo Freud y algunos de sus discípulos, abandonaron, una simple corrección emocional del paciente. Pero que siempre, existirán clínicos que ante los momentos actuales y la angustia que les genera, buscan guarecerse en el pasado, en un mundo y en un sujeto que ya no existen.

Por la brevedad del tiempo, destaco tres características, que a mi ver, son fundamentales para el psicoanalista del siglo XXI:

1.    Recordar con Freud, que toda psicología individual es al mismo tiempo psicología social.

2.    Escuchar no es suponer ni sentir lo que el paciente quiere decir, siempre hay que escuchar al paciente como si fuera la primera vez

3.    Considerar los horizontes de la época, es decir, del lazo social que estamos viviendo, tanto en las características de los nuevos malestares y sintomatologías que estamos intentando tratar en nuestros pacientes, como en lo que entendemos debe ser el psicoanálisis en el siglo XXI. Sin esa reflexión el psicoanálisis quedará fuera de los debates actuales, como lo son la inteligencia artificial, la ingeniería genética, las neurociencias, el diseño urbano considerando los retos ecológicos de nuestro mundo, mediante el internet de las cosas, entre otras.  

 

En lo que respecta al lazo social actual, lazo horizontal, múltiple, diverso, parcial, se diferencia de los lazos sociales anteriores, cuya estructura era piramidal, edípica, podríamos decir psicoanalíticamente hablando que la humanidad viene viviendo desde hace más de dos mil quinientos años: en la antigüedad, el lazo cósmico-naturalista donde todo estaba establecido previamente por los dioses; al lazo jerárquico de la edad media, desde el siglo III al XVI, en torno a Dios y a la vida de la gracia, hasta la ilustración, con la ciencia y la razón al centro, hasta que llegamos al siglo XIX y XX con la deconstrucción de todos los órdenes y valores. No hay que olvidar que el psicoanálisis surge precisamente en el contexto de la declinación del patriarcado, y por eso a finales del siglo XX se hablaba de sociedades post-edípicas, en las cuales los humanos sufrían más por el presente y el futuro, que por el pasado, por la búsqueda de sentido que por el peso de referentes fijos que la sociedad imponía vía la familia, el hospital y la escuela, como lo demostró con mucha claridad Michel Foucault. Y que ahora vemos resurgir a lo largo y ancho del mundo con políticas de extrema derecha e izquierda, buscando retornar a un “pasado mejor”, basado en el control y la vigilancia como estrategia política e institucional para gestionar las vidas humanas.

Ante este contexto, el psicoanálisis que desarrollan algunos analistas, entre ellos Masssimo Recalcati, es crucial, ya que ofrece el método analítico como un camino para que el sujeto explore eso extraño íntimo de sí mismo (éxtimo, decía Lacan)  sin transformarlo en sufrimiento, sino en motor de vida. Ya no bajo la lógica del homo faber que trabaja y trabaja, en su carrera loca hacia la nada que le marca el discurso del capitalista, sino en rehabilitar un sentido y deseo de vida, pautado en un deseo singular, responsable, y no genérico. En ese sentido, la propuesta de Recalcati sobre el psicoanálisis es una propuesta que resiste a la tentación de psicologizar o psiquiatrizar el psicoanálisis, a no dirigir las consciencias de las personas, sino a dirigir un tratamiento. Expliquemos

 

Cuando se psicologiza el psicoanálisis se opera con el supuesto de que las teorías psicoanalíticas son la verdadera naturaleza humana y no un modelo teórico/técnico para pensar lo imposible de nuestra condición humana; entonces se le dogmatiza y casi casi el analista se desespera y enoja del por qué la gente no sigue o se ajusta cual cama de Procusto a lo que describe la literatura analítica. ¡Un absurdo! que lamentablemente sucede.

 

Cuando, por otro lado, se psiquiatriza el psicoanálisis se le emplea para buscar normar la conducta, el pensamiento y la palabra humana, estableciendo rangos de funcionamiento normal y anormal, cargando sobre el paciente objetivos “en el mejor de los casos” de cura, similar a una cura médica; se piensa al psiquismo y el inconsciente como algo que se opone a la vida, una especie de peligro o enemigo de la persona, algo a ser conquistado y controlado. Esa postura es muy delicada y peligrosa, ya que está implícito el objetivo de transformar al paciente y al analista en obsesivos de la vigilancia y el control. No es de extrañar que esta deformación del psicoanálisis tenga muy buena recepción en contextos educativos, religiosos y empresariales, precisamente por lo que es consustancial al control y a la estandarización aquella lógica absurda empresarial, que aquí en nuestras tierras, como en muchas otras latitudes del mundo, tanto fascina, “no se puede mejorar lo que no se puede medir”. De ahí la peligrosidad del inconsciente, de lo real, como algo que no es capturable.

 

En ambas perspectivas, la psicologización y psiquiatrización del psicoanálisis, se ve al inconsciente como un peligro, algo a vencer. Estas dos posturas —plantea reiteradamente Massimo Recalcati— interpretaron equivocadamente la frase de Freud: Wo es war, sollte ich werden, que se suele traducir como “Donde ello era el Yo debe devenir” un error, no tanto en la traducción que puede estar medianamente bien, ser correcta. Sino en cómo se le interpreta dicha sentencia: el yo tiene que sustituir al ello, por lo tanto, hay que fortalecer al Yo, sus funciones y áreas. ¡No! dice Recalcati, la interpretación adecuada sería, aquella que propone Jacques Lacan en su ensayo “la ciencia y la verdad”: allí donde ello era, allí como sujeto debió advenir el yo”. Es decir, para que pueda surgir verdaderamente como sujeto, fuera del sometimiento del deseo genérico y las expectativas que me marcan los demás, es necesario entrar en contacto con el ello, con eso, lo inconsciente, lugar, forma y lenguaje del deseo singular, donde se me revelará la cifra de mi deseo, mi vocación. Y, posteriormente, en una operación singular, podré subjetivar, es decir, hacer propio ese deseo. Posición desde donde cada uno puede vivir y legitimar su forma singular de vivir.

Muchas gracias 



[*] Conferencia presentada durante el XXXVII Congreso de la Asociación Regiomontana de Psicoanálisis (ARPAC) 8 marzo 2024

* Psicoanalista, traductor y escritor.

 


 

SEMINARIO

La práctica del coloquio clínico:

una perspectiva lacaniana  

A cargo de:

Camilo E. Ramírez Garza

 

Durante esta actividad se realizará una interpretación a la vista, es decir, la lectura traducida al español del texto La pratica del colloquio clinico: una prospettiva lacaniana de Massimo Recalcati. Posteriormente, se abrirá un espacio para preguntas y comentarios.

Frecuencia semanal: inicio jueves 10 junio. 6:30-8:00 pm

Total: 10 reuniones, aprox.

Modalidad online: zoom

ENTRADA LIBRE

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La imagen puede contener: calzado, texto que dice "Seminario Psicoanálisis online Acargoe: A cargo Camilo E. Ramírez Miércoles 28 y jueves 29 Octubre 7:00-9:00pm Zoom/ Entrada libre Inscripciones: camilormz@gmail.com camiloramirez.com.mx"


 

 
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 Seminario:

Los retratos del deseo: su localización y uso clínico

por

Dr. Camilo E. Ramírez Garza

 
Trabajaremos el texto de Massimo Recalcati, Ritratti del desiderio, Raffaelo Cortina Editore, 2018 (2a edizione)
 
Inicio: jueves 24 de septiembre (Duración 5 frecuencias: 24 sept.,1,8,15,22 oct.)
Plataforma ZOOM
Horario: 8:00-9:30pm
 
Costos: $ 1,200 (mil doscientos pesos mexicanos) único pago por las 5 frecuencias o $1,500 (mil quinientos pesos mexicanos) pagando cada frecuencia $300 (trescientos pesos mexicanos) por separado.
Inscripciones:
Hacer depósito o transferencia a
Banamex
Camilo Ramírez Garza
7009-1777841
Clabe interbancaria:
002580700917778418
O en Oxxo o súper 7 al Plástico
5204 1672 1539 1897
 
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Para enviarle a cada uno el material completo.
 

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